El poder
transformador del evangelio
(Una iglesia en acción)
1 Tesalonicenses 1:2-10
Los escritores del Nuevo
Testamento presentan el evangelio como el agente transformador de la vida humana.
Así lo demuestra el testimonio de los creyentes de la ciudad de Tesalónica. El
relato cuenta que el pueblo reaccionó ante el potente mensaje del evangelio,
con estas palabras: “Estos que trastornan
el mundo entero han venido también acá” (Hechos 17:6, NVI) Semejante reacción ocurrió como consecuencia del ministerio que
Pablo había llevado a cabo en la ciudad con la exposición de las Escrituras.
Lucas resume lo ocurrido, con estas palabras: “Pablo, como
acostumbraba, fue a ellos, y por tres sábados discutió con ellos, declarando y exponiendo
por medio de las Escrituras que era necesario que el Cristo padeciera y
resucitara de los muertos. Y decía: Jesús, a quien yo os anuncio, es el Cristo.”
(Hechos 17:2, 3). Allí quedó establecida una iglesia y ahora Pablo les escribe
para animarles a seguir avanzando y afectando significativamente a otros con el
poder del evangelio.
El
texto de 1 Tesalonicenses 1:2-10 es una prueba contundente del poder
transformador del evangelio. Pablo le daba gracias a Dios por los cambios
ocurridos en los hermanos de Tesalónica, por cuanto Él los había escogido para
salvación. La respuesta que ellos habían dado al evangelio probaba que Dios los
había escogido. No fueron persuadidos mediante la hábil oratoria de Pablo, sino
por el poder de Dios a través del trabajo del Espíritu Santo. Pablo estaba
agradecido también porque los tesalonicenses habían demostrado el fruto de su
fe, al convertirse en seguidores de sus maestros y del Señor.
Se nota que en los
primeros tres versículos de este texto, el apóstol y sus compañeros, le daban
gracias al Señor en sus oraciones por tres asuntos: a) la obra realizada por su fe, b) el
trabajo motivado por su amor, y c) la
constancia sostenida por su esperanza en nuestro Señor Jesucristo. Además,
sabían bien que habían sido elegidos por el Señor para salvación.
En los próximos
versículos, el apóstol les dice a los
hermanos de Tesalónica que su conducta hacía evidente su genuina conversión al
evangelio. Esto se hacía evidente básicamente en dos manifestaciones: 1) En la
recepción del evangelio que les llegó no
sólo con palabras sino también con poder del Espíritu Santo y con profunda
convicción. 2) En la manifestación de la vida cotidiana de los creyentes
que se hicieron imitadores nuestros y del
Señor y proclamaron con palabras y hechos el poder transformador del
evangelio. De esto había testimonio elocuente en la comunidad de Tesalónica y
más allá.
Del estudio de este
texto pueden derivarse por lo menos tres principios básicos:
1. La vida transformada de los creyentes debe ser
motivo de gratitud en la iglesia.
2. La vida transformada de los creyentes debe evidenciar que en verdad
ha habido genuina conversión a Jesucristo.
3. La vida transformada de los creyentes (la iglesia) debe hacer impacto
significativo en la sociedad.
Esta es la conclusión
de nuestro análisis del texto. Pero para corroborar la veracidad de estas afirmaciones
debemos mostrar el proceso seguido en el análisis del texto. Así que, a
continuación se presenta una serie de pasos que hemos seguido para llegar a las
conclusiones antes indicadas. Vale la pena que se revisen con cuidado:
Para analizar el texto, primer lugar, identificamos su forma literaria.
Es claro que el texto de 1 Tesalonicenses 1:2-10 es parte de una epístola que
generalmente se presenta como discurso. Además, el texto se presenta mediante
exhortación y persuasión directa. Por lo tanto, puede clasificarse como discurso
argumentativo.
En segundo lugar, delimitamos el texto. Esto significa que debimos
determinar estos versículos constituyen un párrafo, que es la unidad básica
para el análisis del discurso. Al leer 1 Tesalonicenses 1:2-10, en varias versiones, se nota que hay algo de
desacuerdo en la delimitación del texto. La Nueva
Versión Internacional (NVI) divide estos versículos en dos
párrafos (vv. 2-3 y 4-10). La
versión Dios Habla Hoy (DHH)
también tiene dos párrafos, pero divididos de manera diferente (vv. 2-5 y
6-10). La versión Reina-Valera Revisada (RVR95) lo divide en tres párrafos breves (vv. 2-3, 4-5 y 6-10). Por
su parte, la Reina-Valera Actualizada
(RVA)
y la Biblia de Jerusalén (BJ)
tienen el texto en un solo párrafo. ¿Qué debemos hacer, entonces?
La división en dos párrafos (NVI
y DHH)
parece bien, porque al leer el texto se nota un ligero cambio de tema en el vv.
4, aunque están estrechamente relacionados.[1]
Sin embargo, ya que todo el texto trata el tema de la vida ejemplar de los
creyentes en Tesalónica, puede tratarse el texto como un solo párrafo, tal como
lo presentan la RVA y BJ.
Antes de continuar con
nuestro análisis del texto es bueno tener delante por lo menos las tres
versiones siguientes, de modo que sirvan de guía para la comparación del texto
en diversas versiones en español.
El texto en tres versiones
NVI
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RVA
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DHH
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2Siempre damos gracias a Dios por todos
ustedes cuando los mencionamos en nuestras oraciones. 3Los
recordamos constantemente delante de nuestro Dios y Padre a causa de la obra
realizada por su fe, el trabajo motivado por su amor, y la constancia
sostenida por su esperanza en nuestro Señor Jesucristo.
4Hermanos amados de Dios, sabemos que él los ha escogido, 5porque nuestro evangelio les llegó no sólo con palabras sino también con poder, es decir, con el Espíritu Santo y con profunda convicción. Como bien saben, estuvimos entre ustedes buscando su bien. 6Ustedes se hicieron imitadores nuestros y del Señor cuando, a pesar de mucho sufrimiento, recibieron el mensaje con la alegría que infunde el Espíritu Santo. 7De esta manera se constituyeron en ejemplo para todos los creyentes de Macedonia y de Acaya. 8Partiendo de ustedes, el mensaje del Señor se ha proclamado no sólo en Macedonia y en Acaya sino en todo lugar; a tal punto se ha divulgado su fe en Dios que ya no es necesario que nosotros digamos nada. 9Ellos mismos cuentan de lo bien que ustedes nos recibieron, y de cómo se convirtieron a Dios dejando los ídolos para servir al Dios vivo y verdadero, 10y esperar del cielo a Jesús, su Hijo a quien resucitó, que nos libra del castigo venidero. |
2Damos
siempre gracias a Dios por todos vosotros, haciendo mención de vosotros en
nuestras oraciones. 3Nos acordamos sin cesar, delante del Dios y
Padre nuestro, de la obra de vuestra fe, del trabajo de vuestro amor y de la
perseverancia de vuestra esperanza en nuestro Señor Jesucristo. 4Porque
hemos conocido, hermanos amados de Dios, vuestra elección; 5por
cuanto nuestro evangelio no llegó a vosotros sólo en palabras, sino también
en poder y en el Espíritu Santo, y en plena convicción. Vosotros sabéis de
qué manera actuamos entre vosotros a vuestro favor. 6También os
hicisteis imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio
de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo; 7de tal manera
que habéis sido ejemplo a todos los creyentes en Macedonia y en Acaya. 8Porque
la palabra del Señor ha resonado desde vosotros, no sólo en Macedonia y en
Acaya, sino que también vuestra fe en Dios se ha extendido a todo lugar, de
modo que nosotros no tenemos necesidad de decir nada. 9Pues ellos
mismos cuentan de nosotros la buena recepción que tuvimos por parte de
vosotros, y cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios
vivo y verdadero 10y para esperar de los cielos a su Hijo, a quien
resucitó de entre los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera.
|
2Siempre damos gracias a Dios
por todos ustedes, y los recordamos en nuestras oraciones. 3Continuamente
recordamos qué activa ha sido su fe, qué servicial su amor, y qué fuerte en
los sufrimientos su esperanza en nuestro Señor Jesucristo, delante de nuestro
Dios y Padre. 4Hermanos amados por Dios, sabemos que él los ha
escogido. 5Pues cuando nosotros les anunciamos el evangelio, no
fue solamente con palabras, sino que lo hicimos también con demostraciones
del poder de Dios y de la actividad del Espíritu Santo, y con una gran
abundancia de gracias. Bien saben cómo nos portamos entre ustedes, buscando
su propio bien.
6Ustedes, por su parte,
siguieron nuestro ejemplo y el ejemplo del Señor, y recibieron el mensaje con
la alegría que el Espíritu Santo les daba en medio de grandes sufrimientos. 7De
esta manera llegaron a ser un ejemplo para todos los creyentes en las
regiones de Macedonia y Acaya. 8Partiendo de ustedes, el mensaje
del Señor se ha extendido, no solo por Macedonia y Acaya, sino por todas partes,
y se sabe de la fe que ustedes tienen en Dios, de manera que ya no es
necesario que nosotros digamos nada. 9Al contrario, ellos mismos
hablan de nuestra llegada a ustedes y de cómo ustedes abandonaron los ídolos
y se volvieron al Dios vivo y verdadero para servirle 10y esperar
que vuelva del cielo Jesús, el Hijo de Dios, al cual Dios resucitó. Jesús es
quien nos salva del terrible castigo que viene.
|
En la continuidad de
nuestro estudio, en tercer lugar, ubicamos
el texto en su contexto. En este caso, es importante considerar tanto el
contexto histórico como el contexto literario o contexto textual. El contexto histórico: Según el registro presentado en el
libro de los Hechos, Pablo, con
Silas y Timoteo, visitó Tesalónica durante su segundo viaje misionero. Durante
tres días de reposo expuso el evangelio en la sinagoga y “Algunos judíos que
escuchaban fueron persuadidos y se unieron a Pablo y Silas, junto con muchos
hombres griegos temerosos de Dios y un gran número de mujeres prominentes.” (Hechos 17:4)
Los que respondieron al
mensaje referente a la muerte y resurrección de Cristo (Hechos 17:3, 7) eran
mayormente judíos (Hechos 17:4) y prosélitos al judaísmo temerosos de Dios. El
relato de Lucas dice que “de los griegos piadosos gran número, y
mujeres nobles no pocas” creyeron
el mensaje (Hechos 17:4).
De acuerdo con el
relato en Hechos, después de pasar por Tesalónica, Pablo llegó a Corinto. Esto
ocurrió más o menos el año 50 d.C. No mucho tiempo después, Silas y Timoteo
regresaron de Macedonia con un informe de la iglesia, lo cual indujo a Pablo a
escribir su primera carta a los Tesalonicenses, antes de terminar ese mismo año
(comp. Hechos 18:5; 1 Tesalonicenses 3:1-6).
Los primeros tres
capítulos de la carta a los tesalonicenses incluyen unos cuantos asuntos
personales referentes a los recuerdos de la estancia de Pablo en esa ciudad y el
comienzo de la iglesia. Allí les recordó cuánto los amaba, al punto de que había
hecho grandes esfuerzos por visitarles de nuevo. “… hicimos lo humanamente posible –les decía– por ir a verlos” (2:17 NVI).
El informe de Timoteo tranquilizó a Pablo, y entonces les escribió algunas
exhortaciones para ayudarlos a mantenerse fieles y firmes en el evangelio, en medio
de una cultura que corría de espaldas a Dios. En su visita, Pablo les había
hablado de la segunda venida de Cristo y tal parece que ahora los creyentes
tenían algunas confusiones en este tema, especialmente en lo referente a lo que
les ocurriría a los creyentes que ya habían muerto y en cuanto al tiempo cuando
ocurriría tal acontecimiento.
El contexto literario o
textual: Los primeros tres capítulos de la
carta incluyen asuntos de carácter personal que reflejan cuanto amaba Pablo a
los hermanos en Tesalónica y cómo lo habían tratado ellos en su estancia en la
ciudad. Sobre la base del informe que había traído Timoteo, Pablo les habla desde
lo profundo de su corazón y los anima a seguir firmes en el Señor. El capítulo
cuatro incluye unas exhortaciones puntuales de carácter muy práctico para la vivencia
del evangelio, y el capítulo cinco presenta algunas conclusiones bastante
personales con unas exhortaciones finales.
El texto de 1 Tesalonicenses 1:2-10 se presenta
como una descripción de la vida de los creyentes en Tesalónica. A través de
este texto, Pablo los elogia y anima por el buen ejemplo que presentaban en la
vida nueva en Cristo y extensión de la fe que habían recibido. El texto
presenta una muestra del poder transformador del evangelio, lo cual se
evidenciaba en la conducta ejemplar de los creyentes, reconocida por muchos y ahora
elogiada por el apóstol.
En cuarto lugar, en la
continuación del análisis, reflexionamos en la estructura del texto para identificar las oraciones que lo conforman
y observar así la manera como está redactado. Como puede notarse, en este punto comenzamos a centrar la atención
en la estructura del texto, a fin de comprender su mensaje. En el proceso de
análisis de discurso, es muy importante observar la estructura del párrafo,
según las oraciones que contiene, porque a través de ellas se expresan los
conceptos y se desarrolla el argumento del escritor.[2]
Después de comparar diferentes versiones y reflexionar en la manera como
dividen el texto, decidimos seguir la redacción de la RVA con seis oraciones.[3]
Así que, el texto presenta por lo menos unas seis afirmaciones que desarrollan
un concepto.
En la continuidad de
nuestro análisis, en quinto lugar,
redactamos las afirmaciones del texto. En el análisis estructural del discurso, deben identificarse no solamente
las oraciones sino también las cláusulas, a fin redactar las afirmaciones que
contiene. Entonces, con este paso profundizamos un poco más el análisis del
texto. En este punto, deben identificarse las cláusulas[4]
que contiene el texto, a fin de redactar las afirmaciones tomando en cuenta las
cláusulas que tienen sentido cabal por si solas, como se ve a continuación,
según la redacción de la RVA:
1) Primero, como ya lo hemos indicado, identificamos las cláusulas del
texto. Le prestamos atención a los conectivos en la redacción del texto,
los cuales nos indican sin hay coordinación o si hay subordinación en las
diferentes cláusulas. Las cláusulas independientes y subordinadas del texto se
observan en el análisis siguiente:
2Damos siempre gracias a Dios por todos vosotros, (independiente)
ã haciendo
mención de vosotros en nuestras oraciones.
(subordinada)
ê delante del Dios y
Padre nuestro,
del trabajo de vuestro amor (independiente)
y de la perseverancia
de vuestra esperanza en nuestro Señor Jesucristo.
(independientes)[6]
4Porque hemos conocido, hermanos amados de Dios, vuestra
elección;
(independiente)
(independiente)
sino también en poder y en el Espíritu Santo, y en plena
convicción.[8] (independiente)
Vosotros sabéis de qué manera actuamos entre vosotros a
vuestro favor.
(independiente)
6También os hicisteis imitadores de nosotros y del Señor, (independiente)
ã recibiendo
la palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo; (subordinada)
7de tal
manera que habéis sido ejemplo a todos los creyentes en Macedonia y en Acaya. (independiente)[9]
8Porque la palabra del Señor ha resonado desde vosotros, no
sólo en Macedonia y en Acaya, (independiente)
sino que también vuestra fe en Dios se ha extendido a todo
lugar, de modo que nosotros no tenemos necesidad de decir nada. (independiente)
9Pues ellos mismos cuentan de nosotros la buena recepción
que tuvimos por parte de vosotros, (independiente)
y cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, (independiente)
ã para
servir al Dios vivo y verdadero (subordinada)
ã 10y
para esperar de los cielos a su Hijo, (subordinada)
ã a
quien resucitó de entre los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera. (subordinada)
2) En segundo
lugar, después de identificar las cláusulas (independientes y subordinadas, como
ya lo hemos hecho), redactemos las
afirmaciones del texto. Ahora, según
el análisis anterior, observamos que hay catorce cláusulas
independientes en todo el texto, según la RVA.
Así que, deberíamos redactar catorce afirmaciones. Pero si la primera cláusula
es la principal, como parece, debe redactarse otra afirmación de la cláusula
subordinada en esta oración. Por otra parte, las tres cláusulas de la segunda
oración (v. 3) pueden reunirse en un solo concepto para redactar una sola
afirmación. Entonces, podemos redactar doce afirmaciones, como se ve a
continuación.
(1).
Pablo y sus compañeros le daban gracias a Dios por los creyentes de Tesalónica
(v. 2a).
(2).
Pablo y sus compañeros recordaban a los creyentes delante de Dios en sus oraciones
(v. 2b).[10]
(3).
Pablo y sus compañeros recordaban constantemente a los hermanos de Tesalónica
por el comportamiento mostrado a través de tres virtudes (v. 3):
- La obra
realizada por su fe.
- El trabajo
motivado por su amor.
- La
constancia sostenida por su esperanza en Jesús.[11]
(4). La salvación (elección) de los hermanos en
Tesalónica era cierta (v. 4)
(5).
Había evidencias de que Dios había salvado (escogido)
a los creyentes de Tesalónica (v. 5a).
-
La recepción del evangelio estuvo acompañada por el poder de Dios en ellos.
-
La recepción del evangelio estuvo acompañada por plena convicción evidente en
los creyentes.
(6).
Pablo y sus compañeros buscaban el bien
de los tesalonicenses (v. 5b).
(7). Los creyentes de tesalónica habían sido
imitadores del Señor y de quienes les compartieron el evangelio (v. 6). Esto se
evidenciaba en la recepción de la Palabra:
- Habían
recibido la Palabra en medio de mucha tribulación.
- Habían
recibido la Palabra con mucho gozo.
(8).
Los tesalonicenses habían llegado a ser ejemplo para todos los creyentes de
Macedonia y Acaya (v. 7).
(9).
El evangelio había llegado a Macedonia y Acaya, a través de la conducta
ejemplar de los creyentes de Tesalónica (v. 8a).
(10).
La palabra del evangelio se había extendido a toda Asia Menor, por la conducta
de los tesalonicenses (v. 8b).
(11).
Los tesalonicenses habían sido muy receptivos a la palabra del evangelio (v.
9a).
(12).
Los tesalonicenses tenían un testimonio elocuente que era evidente (vv. 9b-10).
- El cambio radical que experimentaron al
convertirse a Dios (v. 9b).
- La convicción de su esperanza respecto a la
venida de Cristo que los libraría del castigo venidero (v. 10).
Siguiendo nuestro
análisis, en sexto lugar, identificamos la afirmación principal
del párrafo. Para comprender bien lo que quiso comunicar el autor a través de
este párrafo, es necesario determinar cuál es la afirmación principal, cual es
el asunto central que trata. Al reflexionar en todas las afirmaciones del
párrafo, puede concluirse que la afirmación principal es la que se presenta en
el v. 2, porque sobre esta base se desarrolla todo el texto: Damos siempre gracias a Dios por todos
vosotros,… La hemos redactado de esta manera: Pablo y sus compañeros daban gracias a Dios por los creyentes de Tesalónica
(v. 2a). Entonces, el punto principal del texto es que Pablo y sus compañeros
daban gracias a Dios por la vida (el testimonio, la conducta) y el trabajo de
los tesalonicenses para la extensión del evangelio.
En séptimo lugar, en
nuestro análisis, identificamos la
función de las afirmaciones secundarias del texto. Las oraciones y
afirmaciones de un texto dado no están aisladas, conforman un engranaje para
desarrollar un pensamiento. Cada afirmación está en el texto cumpliendo una
función en relación con la declaración fundamental que se presenta. Así que, en
el proceso de análisis del párrafo, es muy importante determinar la función que
cumplen las afirmaciones secundarias en relación con la principal, porque éstas
muestran cómo se desarrolla el tema o argumento presentado. Entonces, la
afirmación principal presenta el tema o argumento del párrafo y las
afirmaciones secundarias lo desarrollan.
Entonces, ¿cuál es la
función de las diferentes afirmaciones de 1 Tesalonicenses 1.2-10? Al
reflexionar en la estructura y desarrollo del texto, se nota que la segunda y
la tercera afirmación expresan la manera
como Pablo y sus compañeros daban gracias a Dios por los creyentes de
Tesalónica. No sólo los recordaban en sus oraciones, sino que tenían cosas específicas
por las cuales los recordaban. Todas las demás afirmaciones (4 al 12) cumplen
la función de justificación en
relación con la principal; es decir, presentan razones por las cuales Pablo y sus compañeros daban gracias a Dios
por los creyentes de Tesalónica.[12]
Esto se ve mejor en el resumen siguiente:
1.
Pablo y sus compañeros le daban gracias a Dios por los creyentes de Tesalónica
(v. 2a) (Principal)
ã 2. Pablo y
sus compañeros recordaban a los creyentes delante de Dios en sus oraciones (v.
2b)[13] (manera)
ã 3. Pablo y
sus compañeros recordaban constantemente a los hermanos de Tesalónica por el
comportamiento mostrado a través de tres virtudes (v. 3): (manera)
- La obra realizada por
su fe.
- El trabajo motivado
por su amor.
- La constancia
sostenida por su esperanza en Jesús.
ã 4. La
salvación (elección) de los hermanos en Tesalónica era cierta (v. 4)
(Justificación)[14]
ã 5. Había
evidencias de que Dios había salvado (escogido) a los creyentes de Tesalónica
(v. 5a). (Justificación)
-
La recepción del evangelio estuvo
acompañada del poder de Dios.
-
La recepción del evangelio estuvo acompañada de plena convicción que era evidente
en los creyentes.
ã 6. Pablo y sus compañeros buscaban el bien de
los tesalonicenses (v. 5b). (Justificación)
ã 7. Los creyentes de tesalónica habían sido
imitadores del Señor y de quienes les compartieron el evangelio (v. 6). Esto se
evidenciaba en la recepción de la Palabra: (Justificación)
-
Habían recibido la Palabra en medio de mucha tribulación.
-
Habían recibido la Palabra con mucho gozo.
ã 8. Los
tesalonicenses habían llegado a ser ejemplo para todos los creyentes de
Macedonia y Acaya (v. 7). (Justificación)
ã 9. El
evangelio había llegado a Macedonia y Acaya, por la conducta ejemplar de los
creyentes en Tesalónica (v. 8a). (Justificación)
ã 10. La
palabra del evangelio se había extendido a toda Asia Menor, por la conducta de
los tesalonicenses (v. 8b). (Justificación)
ã 11. Los
tesalonicenses habían sido muy receptivos a la palabra del evangelio (v. 9a). (Justificación)
ã 12. Los
tesalonicenses tenían un testimonio elocuente que era evidente (vv. 9b-10). (Justificación)
- El cambio radical que
experimentaron al convertirse a Dios (v. 9b)
-
La convicción de su esperanza respecto a la venida de Cristo que los libraría
del castigo venidero (v. 10).
En la continuación de nuestro análisis, en octavo lugar, elaboramos un
bosquejo de la estructura del texto. Ya hemos avanzado bastante en nuestro
análisis. Ahora, un bosquejo puede mostrarnos de manera resumida la estructura
del texto. Debemos tener claro que este no es un bosquejo para exponer el mensaje,
sino para observar, para ver la estructura y estudiar más a fondo el texto y su
mensaje. Ya que todas las afirmaciones en este texto cumplen básicamente dos
funciones (manera y justificación), podemos estructurar el
bosquejo con dos puntos principales. Un punto agrupará las maneras y el
otro las razones presentadas en el texto. Colocamos la afirmación
principal como tema del bosquejo, ya que ésta expresa el tema general del texto;
y usamos las demás afirmaciones para desarrollar el bosquejo, como se ve a
continuación:
Pablo y sus compañeros
le daban gracias a Dios
por la vida los
creyentes de Tesalónica (v. 2a)
(Afirmación principal)
1. La manera como le daban gracias a Dios (v.
2b, 3)[15]
1.1.
Pablo y sus compañeros recordaban a los creyentes delante de Dios en sus
oraciones (v. 2b).
1.2.
Pablo y sus compañeros recordaban constantemente
a los hermanos de Tesalónica por su comportamiento mostrado a través de tres virtudes
(v. 3):
1.2.1. La obra
realizada por su fe.
1.2.2. El trabajo
motivado por su amor.
1.2.3. La constancia
sostenida por su esperanza en Jesús.
2.
Las razones por las cuales daban
gracias a Dios (vv. 4-19).
2.1.
Gratitud por el encuentro de los tesalonicenses con el evangelio (vv. 4-5)[16]
2.1.1.
La salvación (elección) de los hermanos en Tesalónica era cierta (v. 4)
2.1.2.
Había evidencia de que Dios había salvado (escogido) a los creyentes de
Tesalónica (v. 5a).
-
La recepción del evangelio estuvo acompañada del poder de Dios en ellos.
-
La recepción del evangelio estuvo acompañada de plena convicción que era evidente
en los creyentes.
2.1.3.
Pablo y sus compañeros buscaban el bien
de los tesalonicenses (v. 5b).
2.2. Gratitud por el testimonio que los tesalonicenses
dieron del evangelio (vv. 6-10)[17]
2.2.1. Los creyentes de Tesalónica
habían sido imitadores del Señor y de quienes les compartieron el evangelio (v.
6). Esto se evidenciaba en la recepción de la Palabra:
-
Habían recibido la Palabra en medio de mucha tribulación.[18]
-
Habían recibido la Palabra con mucho gozo.
2.2.2. Los
tesalonicenses habían llegado a ser ejemplo para todos los creyentes de
Macedonia y Acaya (v. 7).
2.2.3. El
evangelio había llegado a Macedonia y Acaya, por la
conducta ejemplar de los creyentes en Tesalónica (v. 8a).
2.2.4. La
palabra del evangelio se había extendido a toda Asia Menor, por la conducta de
los tesalonicenses (v. 8b).
2.2.5.
Los tesalonicenses habían sido receptivos a la palabra del evangelio (v. 9a).
2.2.6.
Los tesalonicenses tenían un testimonio elocuente que era evidente (vv. 9b-10).
- El cambio radical que experimentaron al
convertirse a Dios (v. 9b)
- La convicción de su esperanza respecto a la
venida de Cristo que los libraría del castigo venidero (v. 10).
En nuestro proceso de
análisis, en noveno lugar, redactamos la
enseñanza central del texto. A estas alturas de nuestro análisis del texto
debemos estar en capacidad de resumir su mensaje en una sola afirmación breve. Tal
vez sea necesario revisar todo lo que ya hemos hecho, porque este paso exige
bastante análisis y reflexión. Porque si no podemos resumir el mensaje del
texto en una sola oración, tal vez no lo hemos comprendido. Por eso, en este
proceso consideramos varios asuntos: el tema del párrafo, lo que dice del tema
y lo que enseña.
1)
El tema del párrafo: ¿Cuál es el tema de 1 Tesalonicenses 1:2-10? Bien
podemos expresarlo de esta manera: La gratitud al Señor por la
conducta de los creyentes en Tesalónica.
2)
Lo que dice del tema: ¿Qué dice el texto acerca de este tema? Se nota
que Pablo le daba gracias a Dios por la conducta de los creyentes en
Tesalónica, especialmente por la puesta en acción de la fe, la esperanza y el
amor que mostraban. También le daba gracias por la manera como los hermanos habían
expandida el evangelio y el buen testimonio que se oía de ellos. El cambio que
habían experimentado por el poder del evangelio era evidente.
3)
Lo que enseña el texto: ¿Qué enseña, entonces, este texto? Bien podemos
resumir la enseñanza central de este texto, de la manera siguiente: La conducta del creyente evidencia el poder
transformador del evangelio.
En décimo lugar, redactamos los principios del texto. Este
es un asunto muy importante. Así que, en este punto reflexionamos en la
pertinencia del texto, en el mensaje para nosotros hoy. Ese mensaje lo
redactamos como principios derivados del texto. Los principios son las verdades
eternas y son aplicadas a la vida contemporánea. Pueden redactarse los
siguientes principios del texto (1 Tesalonicenses 1:2-10) que hemos estudiado:
1) La conducta de los creyentes (nuestra conducta) debe dar motivos de
gratitud en la iglesia.
(Este principio se deriva de los puntos 1.1 y 1.2 del
bosquejo)
2) La conducta de los creyentes (nuestra conducta) debe evidenciar que
en verdad se han convertido a Jesucristo.
(Este principio se deriva del punto 2.1 del bosquejo)
3)
La conducta de los creyentes (nuestra conducta) debe
hacer impacto significativo en la comunidad.
(Este principio se deriva del punto 2.2 del bosquejo)
En décimo primer lugar, precisamos las aplicaciones de los principios
del texto. Las aplicaciones deben pensarse en función de la realidad local,
es decir del contexto del lector, el participante u oyente del mensaje del
texto. Así que, lo que se presenta a
continuación son unas posibilidades, sujetas a cambio, según sea el contexto
del participante u oyente.
1) El primer
principio que derivamos del texto dice que “nuestra conducta debe dar motivos de
gratitud en la iglesia.” ¿Cuáles pueden ser algunas aplicaciones de este
principio? Bien podemos comenzar por hacernos un autoexamen para identificar
los cambios en nuestra vida que son motivo de gratitud al Señor, tanto por
nosotros como por los demás creyentes. Debe
haber cambios en nuestra vida y estos deben ser motivo de gratitud al Señor,
¿no es cierto? Tal vez puede pensarse en cambios personales, cambios en la
relación de pareja, en la relación familiar, en la relación laboral, etc. Entonces,
es importante identificar esos cambios para darle gracias a Dios por ellos. ¿Lo
hará usted?
2) El segundo principio que derivamos del texto dice: “Nuestra conducta debe evidenciar que en
verdad nos hemos convertido a Jesucristo, que hemos sido transformado por el poder
de Jesucristo.” ¿Cuáles pudieran ser unas aplicaciones a este principio? En
este momento bien podemos revisar nuestra vida para identificar los cambios
fundamentales que han ocurrido en nuestra vida por nuestra decisión de seguir a
Jesucristo y que de verdad se muestran ante las demás personas. Debemos darle
gracias a Dios por esos cambios; pero el asunto es si esos cambios son
evidentes y de qué manera se hacen evidentes a los demás. ¿Puede enumerar
algunos de esos cambios? Hágalo ahora.
Seguramente también en su
autoevaluación encuentra que sigue luchando con algunos asuntos en su vida que
todavía necesitan ser cambiados. Es oportuno, entonces, hacer de nuevo oración
para que el Señor le ayude a hacer los cambios necesarios en su vida. Si
necesita ayuda, no vacile en buscarla entre sus hermanos o con los líderes de
la iglesia.
3) El tercer principio dice que “Nuestra
conducta cristiana debe hacer impacto significativo
en la sociedad.” Ahora la reflexión es referente a cuáles pudieran ser
algunas aplicaciones a este principio. Este principio es como una prueba final
de los cambios que el Señor ha obrado en su vida. Una pregunta para la
reflexión es: ¿Cuál es el impacto que su vida cristiana ha tenido en quienes le
rodean? De alguna manera, nuestra vida debe dejar huellas en nuestro entorno,
para bien o para mal. Nuestro modo de vivir, nuestro modo de hablar, nuestro
modo de actuar y otras conductas se hacen evidentes en quienes nos rodean. Reflexione
en esto e identifique cuáles son los impactos de su vida cristiana en quienes
lo rodean, ya sea en el hogar, en la comunidad donde vive, en el trabajo. ¿Cuáles
son algunos ejemplos de ese impacto de su vida sobre otros? Si esto no está
ocurriendo merecería también una reflexión-revisión de su vida cristiana y reorientar el rumbo.
En décimo
segundo lugar, elaboramos un esquema o
propuesta para comunicar el mensaje del texto. Este es el último paso en
nuestro estudio: Comunicar el mensaje del texto. Hay
dos caminos que podemos seguir. 1) Hacer una exposición, un sermón o
conferencia, ante un público grande. 2) Desarrollar el estudio del texto en un
grupo pequeño.
Afirmamos que hemos
sido transformados por el poder del evangelio. Ahora, si tomamos la alternativa
de dar un sermón, una exposición a un grupo grande, bien podemos desarrollarlo
a través de la siguiente proposición: “El
poder transformador del evangelio se evidencia en la conducta de cada creyente.”
El bosquejo
lo constituirían los tres principios antes derivados, como se ve a
continuación:
Proposición:
El poder transformador del evangelio se
evidencia en la conducta de cada creyente.”
1. El primer lugar, nuestra conducta debe dar motivos de gratitud en la
iglesia.
1.1. En el texto, el apóstol Pablo destaca tres
características de los cristianos en Tesalónica, por las cuales le daba gracias
a Dios: Primero, por la obra de vuestra fe en Cristo que era evidente en
ellos. Segundo, por el trabajo de vuestro amor. Ellos se habían servido
unos a otros con verdadera fraternidad. Tercero, por la perseverancia de vuestra
esperanza en nuestro Señor. Debido a la esperanza que
tenían por delante, ellos habían soportado pacientemente las adversidades.
Estas tres
virtudes cristianas: la fe, el amor y la esperanza, eran relevantes en aquella
comunidad cristiana y deben serlas también hoy en nuestras comunidades de fe.[19]
Estas evidencian, en buena medida, los cambios que han ocurrido en nuestra vida…
1.2. ¿En qué nos ayuda a nosotros hoy reflexionar en
los cambios que el Señor ha obrado en nuestra vida, qué debemos hacer? Bien
podemos comenzar por hacernos un autoexamen para identificar los cambios en
nuestra vida que son motivo de gratitud al Señor, tanto por nosotros como por
los demás creyentes. Debe haber cambios que sean motivo de gratitud al Señor.
Tal vez puede pensar en cambios personales, cambios en la relación de pareja,
en la relación familiar, en la relación laboral, etc. Es importante identificar
algunos de esos cambios para darle gracias a
Dios por ellos.
2. En segundo lugar, nuestra conducta debe evidenciar que en verdad hemos sido transformados
por la fe en Jesucristo.
2.1. El
texto también indica que Pablo expresaba su gratitud a Dios porque había
escogido a los creyentes tesalonicenses para salvación. En efecto, la respuesta
que habían dado al evangelio probaba que Dios los había escogido. Pablo dejó
claro que él no los persuadió a través de su oratoria, sino esta fue obra del
poder de Dios. “nuestro evangelio –dice Pablo– no llegó a vosotros en
palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo y en plena
certidumbre.” Fue
por el poder del Espíritu Santo que ellos llegaron a Cristo. Verdaderamente su
vida había cambiado. El poder espiritual y la convicción con que el mensaje fue
recibido coincidía con el poder espiritual y la convicción con el cual fue
entregado.
Y
esos cambios eran evidentes, eran visibles, se notaban a plena luz. “Y vosotros –dice el texto– vinisteis a ser imitadores de nosotros y del
Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo, 7 de
tal manera que habéis sido ejemplo a todos los de Macedonia y de Acaya que han
creído.”
2.2. En este momento bien podemos revisar nuestra vida
para identificar los cambios fundamentales que han ocurrido por nuestra
decisión de seguir a Jesucristo y que de verdad se muestran ante las demás
personas… ¿Cuáles son esos cambios en su vida? Merece la pena darle gracias a
Dios por esos cambios; pero el asunto es si esos cambios son evidentes y de qué
manera se hacen evidentes a los demás…
Seguramente también
en su autoevaluación encuentra que sigue luchando con algunos asuntos en su
vida que todavía necesitan ser cambiados… Es oportuno, entonces, hacer de nuevo
oración para que el Señor haga los cambios necesarios en su vida. Si necesita
ayuda, no vacile en buscarla entre sus hermanos y los líderes de la iglesia.
3. En tercer lugar, nuestra conducta cristiana debe hacer impacto significativo en la
sociedad.
3.1. Finalmente, el texto indica que los
tesalonicenses habían actuado como verdaderos promotores del evangelio y lo habían
llevado a los lugares más lejanos posible. ¡Habían hecho impacto! Tan efectivos
habían sido, que Pablo mismo sintió que su trabajo allí ya no era necesario. “Porque
partiendo de vosotros –dice Pablo–- ha sido divulgada la
palabra del Señor, no sólo en Macedonia y Acaya, sino que también en todo lugar
vuestra fe en Dios se ha extendido.” Por todas partes se contaba
cómo los tesalonicenses se habían vuelto de los ídolos a servir al único divino
y verdadero Dios. ¡Eran una iglesia misionera! Todo esto daba motivos de
gratitud a Pablo.
Pablo también le daba
gracias a Dios porque los hermanos en Tesalónica habían demostrado su fe al
convertirse en seguidores de sus maestros y de su Señor. “… porque ellos
mismos cuentan de nosotros –dice el texto– la manera en que nos recibisteis, y cómo os
convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y
esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús,
quien nos libra de la ira venidera.” Con convicción y
valientemente habían aceptado el mensaje del evangelio, aunque esto significó
mucho sufrimiento para ellos por causa de las persecuciones por parte de los no
creyentes. ¡Pero ellos estaban identificados con Cristo y su causa, y mantenían
viva la esperanza en la segunda venida de Cristo! Se evidenciaba en ellos el
poder transformador del evangelio.
3.2. Ahora la reflexión es: ¿qué tiene que ver todo esto con nosotros
hoy? En verdad, esta es como la prueba
final de los cambios que el Señor ha obrado en nuestra vida. Entonces, una
pregunta para la reflexión es: ¿Cuál es el impacto que su vida cristiana ha
tenido en quienes le rodean? De alguna manera, nuestra vida debe dejar huellas
en nuestro entorno. Nuestro modo de vivir, nuestro modo de hablar, nuestro modo
de actuar y otras conductas deben hacerse evidentes en quienes nos rodean.
Reflexione en esto e identifique los impactos de su vida cristiana en quienes
lo rodean, ya sea en el hogar, en la comunidad donde vive, en el trabajo. Si
esto no está ocurriendo merecería también una reflexión-revisión de su
cristianismo.
Conclusión: Nuestra conducta como fieles seguidores de Jesucristo: debe dar motivos de gratitud en la
iglesia, debe evidenciar que en verdad hemos sido transformados por la fe en
Jesucristo y debe hacer impacto en la
sociedad. ¿Se asemeja todo esto a su vida cristiana? ¿Ha experimentado
usted el poder transformador del evangelio? Siempre estamos a tiempo para lograrlo
y eso puede ser hoy mismo.
Lo que acaba de leer es
un ejemplo de lo que pudiera ser la exposición del mensaje a través de un
sermón a una congragación. Ahora, si seguimos la opción de desarrollar el
estudio del texto en un grupo pequeño, entonces debemos preparar el proceso que
ha de seguirse. Lo siguiente es una sugerencia sujeta a cambios o adaptaciones.
Según sea el grupo y sus posibilidades, puede seguir el proceso siguiente:[20]
1.
Deles la bienvenida a los participantes. Infórmeles brevemente lo que se
proponen hacer en este y los próximos encuentros para reflexionar en la 1 Carta
a los Tesalonicenses. Haga una oración para expresarle gratitud al Señor y
pedirle su dirección en este estudio.
2.
Pida que uno de los participantes lea 1 Tesalonicenses 1:2-10. Pida que otro
lea el texto nuevamente en otra versión.
3.
Pida que cada participante reflexione en el texto y escriba el asunto que más
le llama la atención. Pídales que compartan lo que escribieron, a fin de que
dialoguen sobre esos asuntos que observan en el texto.
4.
Divídalos en parejas y pídales que escriban en una oración breve lo que piensan
que es la enseñanza central de 1 Tesalonicenses 1:2-10. Pídales que compartan
lo que escribieron, a fin de que lleguen a un consenso sobre lo que más parece
acercarse a la enseñanza central del texto.
5.
Divídalos en varios grupos para que reflexionen más sobre el texto y escriban
los principios que éste enseña. Reúna a los grupos para que compartan su reflexión
de los principios que escribieron, a fin de que lleguen a un consenso acerca de
cuáles son en verdad los que enseña el texto.
6.
Si lo considera necesario, entréguele a cada grupo uno de los principios que
hemos redactado y pídales que reflexionen más en estos y su relación con el
texto.
Grupo
A: Nuestra
conducta debe dar motivos de gratitud en la iglesia.
¿Puede
sustentarse en el texto este principio? ¿De qué manera?
Grupo
B: Nuestra
conducta debe dar evidencias de que en verdad hemos sido transformados por la
fe en Jesucristo. ¿Puede
sustentarse en el texto este principio? ¿Por qué?
Grupo
C: Nuestra
conducta cristiana debe hacer impacto significativo en la sociedad. ¿Puede
sustentarse en el texto este principio? ¿De qué manera puede sustentarse?
7.
Pida que cada participante escriba una aplicación a uno de los principios discutidos
y que compartan lo que escribieron, a fin de que encuentren formas específicas
y factibles de aplicar estos principios en los próximos días.
8.
Anime a los participantes a que pongan en práctica en los próximos días los
principios aprendidos de 1 Tesalonicenses 1:2-10.
9.
Termine la reunión con un tiempo de oración en el cual varios participen. Haga
usted una oración de gratitud al Señor por el tiempo de estudio que han tenido
y pídale la ayuda para poner en práctica el mensaje aprendido en este estudio.
Ángel
Custodio López
Correo
electrónico: evangel48@gmail.com
[1] Se nota también un ligero
cambio en el v. 6, aunque es una continuación directo del tema comenzado en el
v. 4.
[2] Según la observación de las
diferentes versiones, notamos que la NVI
y la BJ
dividen el texto en ocho
oraciones (vv. 2, 3, 4-5a, 5b, 6, 7, 8, 9-10) y la DHH tiene once
oraciones (vv. 2, 3, 4, 5a, 5b, 6, 7, 8, 9, 10a, 10b). La RVR95 lo presenta en seis (vv. 2-3, 4-5a, 5b, 6, 7-8,
9-10) y la RVA tiene siete
oraciones (vv. 2, 3, 4-5a, 5b, 6-7, 8, 9-10). La BLA y la Biblia
Textual tienen sólo cuatro oraciones (vv. 2-5, 6-7, 8, 9-10).
[3] La BLA y la Biblia Textual tienen los vv. 2-5 en
una sola oración, de modo que hay varias cláusulas subordinadas, indicadas por los
participios: “haciendo memoria…” (v.
2), “recordando…” (v. 3) y “sabiendo…” (v. 4). Ahora, ya que en esta
oración está la afirmación principal del párrafo (“Damos siempre gracias a Dios por todos vosotros”), no hay
contradicción con las otras versiones que dividen el texto de manera diferente.
La razón de esto es porque cuando en la oración principal del párrafo hay una o
más cláusulas subordinadas, estas funcionan como oraciones o afirmaciones secundarias
y, por lo tanto, dan base para redactar afirmaciones.
[4] Debe
recordarse que en una oración puede haber cláusulas independientes (a veces hay
varias independientes) y cláusulas subordinadas. Las afirmaciones las redactamos
básicamente de las cláusulas independientes, excepto cuando
las cláusulas subordinadas están en la oración principal, como lo indicamos en
la nota 3. Por
eso, es muy importante observar la estructura del texto para determinar cuáles
son las cláusulas independientes y cuáles son subordinadas.
[5] Véase la nota 3. Las
versiones LBLA y la Biblia Textual tienen una sola oración
en los vv. 2-5, de modo que tienen cláusulas subordinadas mostradas por los
participios “haciendo…” (v. 2), “recordando…” (v. 3) y “sabiendo…” (v. 4). Los redactores de la RVA decidieron presentar los dos últimos
como verbos conjugados: “Nos acordamos”
(v. 3) y “hemos conocido” (v. 4), de
modo que presentan cláusulas independientes.
[6] Si
aceptamos que el verbo “acordarse” está implícito en la segunda y la tercera
cláusulas, entonces esta oración tiene tres cláusulas independientes (coordinadas
la segunda sin conjunción y la tercera con la conjunción “y”). Sin embargo, al
redactar las afirmaciones podemos incluir las tres en una sola, porque las tres
tienen que ver con el hecho que Pablo los
recordaba delante de Dios por las virtudes o acciones que observaba en
ellos.
[7] Aunque aquí hay dos
cláusulas coordinadas, bien pudieran dejarse como una sola porque presenta el
contraste “no… sino” para resaltar la
parte positiva.
[8] Según la redacción del
texto, las dos cláusulas coordinadas del v. 5 comienzan después de un punto y
coma (;) al final del v. 4, de modo que se ve como una oración paralela a la anterior.
Además, será necesario decidir a quiénes
se refiere. ¿Se refiere al poder y la convicción en relación con los emisores o
con los receptores del mensaje? Por otra
parte, es necesario tener presente la manera como las diferentes versiones
traducen el participio con el cual comienza el v. 4.
[9] Si esta
cláusula sigue después de un punto y coma (;) es independiente, pues es como
otra oración. Otras versiones (p. ej., NVI)
comienzan una nueva oración en el v. 7.
[10] Ya que la
primera oración es la principal del párrafo, debe redactarse una afirmación de
la cláusula subordinada de esta oración.
[11] Aunque la oración del v. 3 parece que tiene tres
cláusulas independientes, podemos redactar una sola afirmación, porque las tres
dependen del hecho que Pablo se acordaba de ellos delante de Dios por esas tres
virtudes o cualidades que manifestaban.
[12] Ya hemos dicho que algunas
versiones traducen de manera literal el participio del v. 4 con el gerundio “conociendo”, como si fuera una manera de dar gracias. Pero el sentido
lógico indica más bien que daban gracias “porque”
conocían su elección. Entonces, parece más lógica la función de justificación
que la de manera.
[13] La primera oración es la
principal del párrafo. Por lo tanto, debe redactarse una afirmación de la
cláusula subordinada.
[14] Pudiera ser que esta
afirmación exprese manera, debido al participio “sabiendo” que se traduce de
manera literal en algunas versiones. Sin embargo, un sentido lógico parece
indicar más bien “justificación”, tal como lo traducen otras versiones “sabemos que
él los ha escogido” (NVI) y “Porque conocemos” (RVR60).
[15] Los versículos 2b al 3
indican que el ministerio de Pablo y sus compañeros tuvo resultados altamente
significativos entre los tesalonicenses.
[16] Los
versículos 4 al 5a indican que la respuesta de los tesalonicenses al evangelio
probó que Dios los había escogido para la salvación. Esta era una obra
sobrenatural, no dependía de la argumentación de Pablo.
[17] Los
versículos 6 al 10 indican que la conducta de los creyentes de Tesalónica tuvo
un efecto poderoso en la gente que vivía en esa región.
[18] Esta afirmación queda
demostrada en el relato que Lucas hace referente al inicio de la iglesia en
Tesalónica, según Hechos 17.
[19] Del Nuevo Testamento se
observa que estas tres virtudes cristianas ─fe, amor, y esperanza─ ocuparon un
lugar amplio en los más tempranos análisis de la responsabilidad cristiana. La
expectativa era de que en cada vida la fe trabajaría (Gal. 5:6; Santiago 2:18),
el amor sería laborioso (Apoc. 2:2, 4), y la esperanza perduraría (Rom. 5:2-4;
8:24, 25). Este equilibrio triple probablemente apareció antes de que la
posición doctrinal de Pablo haya madurado y quizás vino de las enseñanzas del
mismo Cristo.
[20] Debe reflexionar en las diferentes
actividades y calcular el tiempo que se supone que invertirían en cada una de
ellas, a fin de aprovechar bien el tiempo que determinen para el encuentro. Una
hora pudiera ser suficiente.